Cómo reducir la ansiedad en nuestra vida diaria

Escrito por Carolina Vicente Albarrán
21 febrero, 2017

Qué es la ANSIEDAD

La ansiedad es un estado emocional en el que las personas se sienten inquietas, angustiadas y temerosas. Las personas afectadas experimentan temor frente a situaciones que no pueden controlar o predecir, o sobre situaciones que parecen amenazantes o peligrosas. Es un estado de desesperación constante, en la cual no vives o disfrutas los momentos presentes, pensando siempre en la actividad que tienes posteriormente.

La ansiedad puede ser normal, ante la presencia de estímulos amenazantes o que suponen riesgo, desafío… o patológica, que caracteriza a diferentes trastornos psíquicos.

Cuando la ansiedad se manifiesta descontroladamente o durante un período mínimo de seis meses podemos hablar de trastorno, siendo eficaces los tratamiento psicoterapéutico

PRINCIPALES SÍNTOMAS

Se puede presentar con diferentes síntomas como son:

  • Palpitaciones o dolor en el pecho
  • Mareos o vértigos
  • Náusea o problemas estomacales
  • Sofocos o escalofríos
  • Falta de aire o una sensación de asfixia
  • Hormigueo, entumecimiento y temblor
  • Sensación de irrealidad
  • Terror
  • Sensación de falta de control
  • Sensación de volverse como loco
  • Temor a morir
  • Transpiración excesiva

Los trastornos de ansiedad más comunes son la fobia social, el trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por estrés postraumático, y el trastorno de ansiedad generalizada.

TÉCNICAS PARA DISMINUIR EL NIVEL GENERAL DE ANSIEDAD

Ejercicio Físico

El ejercicio físico adecuado nos ayuda a una tonificación muscular, evitando tanto la rigidez como el exceso de activación del sistema nervioso, propiciando un cansancio sano que favorece el sueño reparador y calma el exceso de rumiaciones.

Si nuestro estado físico es lamentable (tenemos síntomas como mareos o vértigos) y no podemos tolerar un ejercicio intenso, se puede optar por repartirlo en fragmentos pequeños a lo largo de día y partir de un ritmo muy suave hasta ganar un bienestar suficiente para abordar esfuerzos de mayor enjundia.

Es preferible practicar un deporte lúdico que nos guste o hayamos disfrutado de él en el pasado, ya que de paso nos proporcionará mayor satisfacción que la gimnasia fría y pesada.

Hábitos de sueño y alimentación

Regular el sueño, de forma que sea suficiente y que el cuerpo encuentre un alivio en poder se adaptar a una rutina sistemática, puede ayudar a disminuir la tensión.

Una alimentación variada y no muy pesada favorece el control de muchos síntomas gástricos que se favorecen en estado de ansiedad (diarreas, estreñimiento, gases, molestias estomacales, etc.). Muchas personas detectan su grado de angustia por las sensaciones que les produce en el estómago, otras por las sensaciones de mareo por la mañana: a unas y otras no les conviene complicarse con una alimentación inadecuada.

Desaceleración

Ante una situación de estrés se impone una cierta rebaja de nuestras aspiraciones. No podemos forzar la marcha para que quepan más cosas en el mismo periodo de tiempo, y hay que seleccionar con criterios de relevancia, intentando delegar o aplazar el resto.

Planificación de actividades

La sabiduría y astucia a la hora de planificar nuestras actividades es otra herramienta muy conveniente para rebajar tensiones, sabiendo intercalar descansos oportunos para aliviar el crecimiento de la ansiedad o cambiando el tipo de tarea a una más suave o llevadera.

Ayuda farmacológica

Si los síntomas de la ansiedad son demasiado desagradables o incapacitantes, podemos recurrir a una ayuda farmacológica, controlada por un especialista en psicofármacos.

Técnicas de relajación

Los ejercicios de relajación, respiración diafragmática y yoga son tan poderosos como un fármaco, aunque algo más trabajosos. Puede resultar una buena inversión aprender estas técnicas porque no sólo serán útiles para afrontar el momento actual, sino que nos ayudarán a cuidarnos ante los agobios que nos depare el futuro.

Actividades manuales

Las actividades manuales son muy convenientes para las personas que tienen angustias y preocupaciones intelectuales. Las aficiones artísticas y de bricolaje nos hacen entrar en contacto con los objetos sencillos y nos dulcifican, haciendo que hundamos nuestras raíces en la realidad. El disfrutar de la naturaleza tiene similar efecto benéfico.

Sexualidad

Si se dispone de una pareja conviene dedicarle atención y usarla, ya que la tenemos, procurando cultivar la atracción mutua. Las relaciones sexuales satisfactorias (evitando que resulten exigentes, compulsivas o rutinarias) tienen un efecto muy beneficioso para espantar tensiones acumuladas. Puede ser un buen momento para mejorar la comunicación y el arte de amar.

Actividad social

Aumentar la vida social, vincularse, participar en las conversaciones, reuniones informales y cultivar la amistad, son ideas positivas y loables por sí mismas y no deben dejarse de lado pensando que el «retiro» y el aislamiento nos tranquilizarán más (la idea del balneario en una montaña perdida).

Autoafirmaciones para salir adelante

Utilice autoafirmaciones para salir adelante como las del ejemplo que sigue para desafiar sus miedos, ayúdese a permanecer centrado en la tarea inminente, acuérdese de usar sus habilidades para reducir la ansiedad y concéntrese en el problema, más que en sus síntomas o insuficiencias.

«La ansiedad no es peligrosa, sólo es incómoda. He sobrevivido a sensaciones como esta y peores antes»

«No es necesario combatir lo que estoy sintiendo. Aun cuando resulte molesto, no es más que adrenalina, y se pasará»

«Ahora haré unas pocas respiraciones diafragmáticas relajadas, y continuaré»

Puesto que su pensamiento es tan automático cuando está ansioso, a menudo resulta difícil pensar en autoafirmaciones efectivas para salir adelante. El mejor modo para superar este problema es preparar varias afirmaciones y escribirlas en una tarjeta o trozo de papel. Es importante que sus afirmaciones tengan poder y significado para usted.

Conversación

La conversación es una forma efectiva de distracción que puede utilizarse casi en cualquier lugar. La conversación funciona mejor como un distractor cuando se es un conversador activo más que un oyente pasivo. También es mejor si el tema de conversación no se relaciona con sus síntomas de ansiedad o con la situación que genera ansiedad.

Juegos y Hobbys

El juego incluye todo lo que sea a la vez interesante y placentero. Resolver crucigramas, sudokus, dibujar, bailar y ocuparse de hobbys son ejemplos de juego que pueden utilizarse para distraerse. El elemento clave es que la actividad atraiga su interés.

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