Relaciones de pareja: los 4 jinetes del Apocalipsis de John Gottman

Escrito por Carolina Vicente Albarrán
18 noviembre, 2016

John Gottman, reconocido psicólogo y matemático, revolucionó la concepción de la pareja tras estudiar sus hábitos durante varios años en su «laboratorio del amor», donde consiguió un éxito del 91% en sus predicciones sobre el futuro de las parejas. Vamos a exponer brevemente en qué consisten estos «jinetes apocalípticos».

Para todos es conocido que la relación de pareja atraviesa por distintas fases desde sus inicios. Al comienzo de la relación se da la conocida Fase de enamoramiento, caracterizada por la vivencia de un amor romántico, el mantenimiento de expectativas idealistas sobre la pareja, una visión positiva del otro miembro que hará que se maximicen sus virtudes y se minimicen sus defectos, y donde se da una ausencia de problemas prácticos.

Sin embargo, esta fase durará tan solo unos meses y con el tiempo la pareja se adentrará en una Fase de cotidianidad, donde puede suceder que poco a poco se tome conciencia de las ideas poco realistas que se tuvieron anteriormente, aparezcan las primeras insatisfacciones y problemas prácticos, y comiencen los sentimientos de frustración, decepción y desilusión.

Las causas de los problemas de pareja son muy diversas. Pueden darse problemas en la convivencia, dificultades a la hora de conciliar horarios y pasar tiempo juntos o desequilibrios en el reparto de tareas y responsabilidades. También puede haber falta de habilidades de comunicación, suposiciones e ideas rígidas sobre las relaciones de pareja, y un largo etcétera.

A este respecto, John Gottman, reconocido psicólogo estadounidense, conocido por sus estudios de parejas en su famoso Love Lab (Laboratorio del Amor), estableció una serie de señales que agrupó bajo el nombre de “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”. Se trata de cuatro comportamientos que, de mantenerse en el tiempo, llevará a que la relación de pareja acabe rompiéndose casi con seguridad:

Las críticas destructivas

Una crítica destructiva se diferencia de una crítica constructiva en que la primera incluye descalificaciones, generalizaciones, se expresa en segunda persona, con tono de voz elevado y despectivo, con una postura corporal amenazante, y que busca crear culpa y malestar en la otra persona.

No es lo mismo decir: “No me ha gustado que esta tarde no recogieras el baño después de la ducha , te pido que mañana se quede recogido, por favor” que decir “¡Vas siempre a lo tuyo! Dejas todo tirado por el suelo cuando te duchas, y los demás tenemos que ir detrás a recogértelo todo, ¡estoy harto de ti!” El exceso de críticas destructivas lleva, como es lógico, a sensaciones de resentimiento que no aportan nada bueno a la relación.

La actitud defensiva

Implica no aceptar una queja y responder a la defensiva y contraatacando, lo cual  empeorará sin duda la situación de conflicto en la pareja. Si un miembro le dice al otro “¿Por qué nunca quieres que vayamos a comer con mis padres?”, y éste le responde “Porque tú tampoco quieres ir a comer con los míos”, la interacción entre ambos se está basando en culpabilizar y responsabilizar al otro del conflicto, lo que provocará mayores sentimientos negativos entre ambos y difícilmente se llegará a una solución.

El desprecio a tu pareja

El desprecio constituye una falta de respeto que incluye insultos, muecas, empleo de la ironía o el sarcasmo, y que se utiliza con fines ofensivos y para infravalorar a la otra persona. Imaginemos que un miembro de la pareja le dice al otro miembro: “¿Tengo que repetírtelo cincuenta veces porque eres cortito o es que no entiendes el castellano?” No hace falta explicar las consecuencias negativas que conlleva este tipo de comentarios despectivos en una relación de pareja o en cualquier otra relación interpersonal.

El encierro o actitud evasiva

La actitud evasiva en una situación conflictiva supone dar muestras de indiferencia hacia la otra persona que está planteando las quejas o críticas. Hacer como que no se escucha, mirar hacia otro lado, dejar la conversación a medias, involucrarse en otra actividad o hacer como que el otro no existe, son actitudes dañinas para la pareja y pueden “encender” aún más el comportamiento del que está planteando la queja, aumentando los sentimientos de rabia y resentimiento, y con la consecuencia del empeoramiento de la situación.

Es cierto que en ocasiones, en muchos conflictos de pareja, puede aparecer alguno de los “cuatro jinetes” de Gottman. Sin embargo, cuantos más aparezcan en una relación de pareja y cuanto más se repitan en el tiempo, más probable será que la relación acabe en ruptura.

Está claro que estos cuatro comportamientos llevan a la pareja a enzarzarse en una guerra continua que lo único que hará será debilitar la relación. Saber identificar estos “cuatro jinetes” es el primer paso para cambiar estos comportamientos por otros más constructivos y funcionales para la pareja.

Observarlos frecuentemente y ser incapaces de modificarlos puede ser un importante motivo para consultar a un terapeuta de pareja, especialista que podrá ayudar al cambio deseado por ambos y mejorar la relación.

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